miércoles, 23 de julio de 2008

Sociedad

La Sociedad es el conjunto de personas de todas las edades que interactúan organizadas de una forma determinada y que tiene una cultura en común.

Se distingue la sociedad del grupo, porque este comprende solamente un sector de la sociedad, y porque la cultura común de una sociedad, es mucho mas amplia que de una persona particular o de un grupo.

El grupo esta constituida por personas y la sociedad están constituidos por grupos. La sociedad a su vez está organizada por normas jurídicas o como dice una máxima en latín: “urbi ius, ibis societas”, allí donde hay sociedad hay derecho. Carlos Fayt dice al respecto: “así como no hay individuos sin sociedad ni sociedad sin individuos, siendo artificiosa y falsa toda pretensión por separados, suponiéndolos antagónicos, así también lo individual y lo social constituyen momentos de la unidad esencial de la vida humana social, la una como vivencia, la otra como convivencia, son formas en que se manifiesta la vida humana en su totalidad. La sociedad es el ámbito humano, sólo en ella el hombre es, existe y se realiza. El hombre no sólo existe sino que coexiste, no sólo vive sino que convive”.

El estudio de una determinada sociedad se centra en los grupos, más bien que en las personas. Todas las personas participan de alguna manera en la organización de los grupos mayores, todas las relaciones están interconectadas.

Existen cinco tipos de sociedades:

1- Las sociedades de cazadores y recolectores.
2- Las sociedades agrícolas y ganaderas.
3- Las sociedades agrarias.
4- Las sociedades industriales.
5- Las sociedades posindustriales.

Grupos sociales

Siguiendo a Macionis y a Plummer, se puede decir que todo el mundo tiene el sentimiento de pertenecer a un grupo de personas, a un grupo social. Por grupo social entendemos un grupo de dos o más personas, cada una de las cuales con una identidad reconocida por el resto, y que mantiene algún tipo de vínculo o relación entre sí. El ser humano como ser gregario se reúnen en grupos: familia, clan, clubes, gremios, etc. Estos grupos están compuestos de personas que tienen experiencias o intereses comunes, o lo están por vínculos de confianza, de lealtad o de dependencia. Cada miembro del grupo social, es consciente de poseer una identidad propia individual, pero se identifican como miembros de ese grupo.

Los grupos se dividen en grupos primarios y grupos secundarios, el primero es un grupo social pequeño, cuyos miembros mantienen una relación personal y duradera entre sí, como la familia; el segundo, es un grupo social grande, cuyos miembros, antes que estar unidos por lazos afectivos o personales, lo están porque mantienen una actividad o persiguen un interés común, como lo son los gremios.

La estructura social

Puede la estructura social se concebida como un proceso continuo de acuerdos sociales, en los que al mismo tiempo se dan destrucciones y reestructuraciones. La estructuras sociales, no es el conjunto de todas las instituciones existentes en una sociedad, sino “la constelación especial de los grupos sociales más importantes (castas, estamentos, clases) dentro de toda una sociedad, juntamente con las correspondientes formas específicas de los acuerdos sociales ente éstas”.

Se refiere a la organización de la sociedad, de sus partes o unidades, si consideramos a la sociedad total como un compuesto de grandes grupos, observamos que hay una relación ordenada y una interdependencia de estas partes mayores. Vemos que la estructura total, es decir, la estructura mas amplia resulta de estos variados grupos relacionados entre si, interdependiente y que reaccionan uno con los otros.

La estructura responde a la pregunta ¿Cómo esta dispuesta la Sociedad? Y la función es la respuesta a: ¿Qué hace la sociedad? Es el aspecto dinámico de la sociedad, sus operaciones, procesos y actitudes sociales.

Organización social de los sumerios

La sociedad sumeria se encuentra estructurada en varias capas sociales: la primera de ellas era la de los awilu, conformada por los nobles y burócratas; los mushkenun, hombres libres que constituían la mayoría de la población; los wardu, eran los esclavos, productos de la guerra y del “tráfico de negros”. Trabajaban muy duro, pero se les reconocía ciertos derechos.
2- la desigualdad ante la ley, se debía a la estructura social que se dividía la sociedad sumeria en: awilu, muskenum y wardus.

Sociedad Egipcia

En la cúspide de la sociedad, se encontraba la figura del faraón
Las clases dirigentes de las provincias constituían los miembros de la nobleza
Las clases sacerdotales
La clase militar
Los escribas
Los artesanos, tenían el derecho a la huelga.
Los agricultores
Los esclavos

Estructura social

La sociedad babilónica, se dividía en tres clases: los awilu, los muskenum y los wardus. Arriba de esta escala, gozando de todos los privilegios políticos, económicos, religiosos, militares y jurídicos, vemos a los awilu, que quiere decir “hombre”, pero también es traducido como “hombre libre”, los que no estaban sujetos a nadie. Formaban parte de la asamblea o puhrum, la cual se sabe de que carecía de funciones cívicas. Los ancianos o shibutum, quienes eran las cabezas de las familias, constituían a su vez, un grupo especial de consejeros.

Le seguían en importancia los muskenumlos que se inclinan”. Formaban un grupo de personas “capitis disminuidas” del status anterior, junto con los esclavos manumitidos (libertos). Otro concepto de éste grupo, es que, eran protegidos como personas dependientes del Estado. A estas personas subordinadas al rey se las mantenía por medio de raciones en especie o de parcelas no enajenables a cambio de los servicios que prestaban al palacio. Una de las posibles explicaciones que en los códigos de leyes paleobabilónicos se referían al muskenum, como persona sin propiedades, es decir, como no “ciudadanos”, es que, no contaban con la protección de la ley consuetudinaria normal. Aunque podía hablar en la asamblea se encontraba fuera de su jurisdicción.

Por último encontramos a los wardus o esclavos, que eran considerados como propiedad pertenecientes a los particulares, al estado o al clero. Su número no era considerable por ser más rentable el trabajo de asalariados, a los que se les pagaba poco anualmente, sumado este gasto, era aún inferior al del pagado por comprar y mantener un esclavo. Aparte de desconocer el latifundio, que por lo general necesita de la mano de obra esclava. La mayoría se convertía en esclavo a consecuencia de las deudas, pero también los había a consecuencia de la venta, que llevaban a cabo, los padres de sus propios hijos y por supuesto también los había como consecuencias de las guerras. Los esclavos podían administrar sus bienes, con los que podían comprar su libertad.

Sociedad fenicia

Tres eran los estamentos sociales en que se encuentra dividido el pueblo fenicio durante su historia:
1- la aristocracia, de la que formaban parte principalmente las personas ricas, que se reclutaban del Senado;
2- los plebeyos, compuesta de comerciantes e industriales; y,
3- y en último lugar los proletarios.

Sociedad hebrea

Al tratar del derecho hebreo o cualquier otro, debemos comenzar por el derecho de las personas, al respecto, se puede observar en el Génesis, que Dios al crear al hombre dice: “Ahora hagamos al hombre a nuestra imagen...”, las personas no son únicamente una creación especial de Dios, sino que han sido creados a su imagen[1], es decir, están dotados de características tales que les permiten entrar en una relación personal o diálogo con Dios y ejercer como representantes suyos el gobierno del mundo. Los hebreos eran los descendientes de Abraham, con quien Dios estableció su Alianza, así, los israelitas formaban parte del pueblo elegido o pueblo de Dios, que le deba a la persona que era parte de este pueblo cierto nivel de privilegio. No existía distinción de carácter social o régimen de casta entre los israelitas. Si bien los levitas, descendientes de la Tribu de Leví, eran considerados como propiedad de Dios, porque se encargaban del culto al Señor. A sus miembros se les prohibía adquirir tierras y recibir herencias, y tenían que mantenerse de los sacrificios que se ofrecían al Señor.
El hebreo podía ser vendido como esclavo, pero sólo a otro hebreo y debía servir a su amo durante seis años, al séptimo, éste le concedía la libertad sin que aquel pagara por ella, y se marchaba de la casa con su esposa e hijos, pero si no quería marcharse, el dueño lo llevaba a la puerta y allí le clavaba la oreja por la puerta, señal de que se convertía en esclavo de por vida.

Las Castas

La religión Brahmánica implantó en la India un régimen de castas, que establecía una vida social hereditaria, otorgándole origen divino. La casta – dice Helmut Schoeck- existe normalmente dentro del marco de una estratificación social rígida legitimada por la religión y aceptada incluso por aquellos que se sienten perjudicados por el sistema de castas[2].

Existe una notoria diferencia entre las clases sociales y las castas, en la primera, cualquiera puede elevarse a una escala superior mediante sus propias aptitudes o méritos. Mientras que en el segundo, existe un estado inmutable y permanente de la condición de las personas, cuyos hijos invariablemente heredan de sus padres la condición social.

De esta forma en las sociedades con clases, podemos decir, verbigracia: que un Juez asciende de un campesino, en cambio, en el régimen de castas, decimos que un rey desciende indefectiblemente de un Chatrya.

Las castas indias se dividían en las siguientes:
1- los Brahmanes, clase sacerdotal
2-Los Chatryas o guerreros
3- Los Vaisyas, mercaderes
4- Los Sudras dedicados a los oficios manuales
5- Los Parias o “intocables”, eran una clase miserable, despreciada y aborrecida
6- Una última casta, la de los Chandalas, era de condición aún peor que la anterior, por estar constituida, de personas que contraían matrimonio fuera de su casta
Sociedad espartana

En Esparta las clases sociales se encontraban divididas en tres grupos:
1- El de los Esparciatas –espartanos-, que eran los descendientes de los dorios, invasores del Peloponeso, y que habían sometido a los pueblos que encontraron en Laconia. Solamente los espartanos-ciudadanos gozaban de todos los derechos inherentes a la ciudadanía, como ser:
a- la participación en las filas del ejército como soldado hoplita;
b- acceder a todos los cargos públicos;
c-el participar de la entrega de tierras –detentando la misma como simple poseedor- con ilotas como siervos, y;
d- compartir la comida comunitaria, hecha de las viseras del animal sacrificado.

2- Los períecos no poseían derechos civiles, si bien tenían derechos comerciales, su situación no era del todo mala. Podían servir en el ejército si el estado lo requería, e inclusive llegaron a amasar fortunas, podían incluso acceder a la ciudadanía si se distinguían en el combate.

3- Los habitantes de la ciudad de Mesenia, conquistada por Esparta, eran conocidos como los ilotas, era una clase que estaba sometida a servidumbre de los espartanos, ya que el Estado cedía a los esparciatas tierras con ilotas como adscriptos a las mismas, los cuales tenían que trabajarlas. Solían ser sometidos a vejaciones, por los espartanos, para mostrar a su propia juventud ciertos vicios, como la embriaguez.

Los éforos solían declararles la guerra a los ilotas, a fin de mantener estable la población de éstos, mediante esta medida conocida como la “caza del ilota[4] que era llevada a cabo por la juventud espartana como un ejercicio militar. Por ello, Pólux, dice del ilota que ocupa el término medio entre el esclavo y el hombre libre.

Reformas de Dracón

Con el legislador Dracón se producen los primeros cambios, a consecuencia del abuso del poder por los nobles, que acaparaban los cargos por el rango y por la riqueza, sin ningún tipo de ley que ampare al pueblo, abusando de su situación privilegiada, por ello el pueblo reclamó leyes escritas, en las que podía ampararse. Las leyes de Dracón son memorables por sus sanciones y penas, las que fueron criticadas de severas, aún para aquellas infracciones consideradas leves, de ahí la afirmación de que fueron escritas con sangre.

Reformas de Solón

Las reformas no satisfizo al pueblo de Atenas, que a los problemas sociales mencionados, se sumaban ahora los de carácter económico, ya que los agricultores se vieron envueltos en deudas las que no podían pagar, y después de hipotecar sus casas, luego a su familia y por fin a su propia persona, y aún así, seguían en deuda con sus acreedores. Ante estos acontecimientos el pueblo se vio en la necesidad de sublevarse en contra de la nobleza. Ambos grupos en conflicto eligieron a Solón, un hombre sabio, para que lleve adelante las reformas de la constitución ateniense. Lo primero que hizo Solón fue abolir los préstamos, en donde el cuerpo de la persona era la garantía de la obligación. Después procedió a cancelar las deudas de aquellos que habían caído en la esclavitud, para lo que estableció la figura del “Descargo”-alivio de las deudas-.

Eliminó por último todas las leyes de Dracón a excepción de las que tratan sobre el homicidio.

En el plano social, dividió en cuatro las clases sociales:
1- la primera estaba compuesta de los Mendimnos –nobles-, integrada por unas quinientas familias de sangre azul;
2- la segunda clase, se ubicaban los Caballeros, que formaban parte de la clase media, para ser de esta clase era menester estar provisto de un caballo;
3- la tercera era la de los Zeugitas, compuesta de artesanos entre otros; y,
4- la de los Tetes.

Tiranía de los Pisístratos

La personalidad de Pisístratos, era la de un hombre humanitario, compasivo e indulgente. Promovió préstamos a los pobres con fondos del estado.

La Democracia de Clístenes

Eliminó las cuatro clases sociales instauradas por Solón, para lo cual dividió la población en diez tribus o distritos, coincidiendo de esta forma las distintas clases sociales que vivían en la misma tribu. De esta forma distribuía en cada una de éstas los ciudadanos de distinto origen y condición social, igualándolos por el simple hecho de vivir juntos.

Egipto de los Lágidas


El Egipto de los Lágidas Pese a mantener el sistema faraónico de gobierno, se desarrolló una discriminación clara entre la oligarquía lágida y los colonos de origen grecomacedonio, por un lado, y la población indígena, por otro.

Filosofía Griega

Aristóteles, al igual que Platón y que otros pensadores griegos, y aún más que todos ellos, sostiene la esclavitud como una institución natural. Se justifica este tipo de servidumbre, por la supuesta incapacidad de algunos hombres de autogobernarse a sí mismo, y la consecuencia lógica, es que debe estar sometido a otros. Aparte, evidentemente del carácter puramente económico. Pero su teoría no es extrema, porque no considera que un griego pueda ser capaz de caer en la esclavitud, por ser éste de naturaleza esencialmente libre.

Las clases sociales: Patricios, Plebeyos, Clientes y Esclavos

Los patricios eran los miembros de las gentes. Gozaban de todos los derechos, como:
a- el ius públicum, que abarca:
1- el ius sufragii o derecho a votar en las asambleas del populus romanus;
2- es ius honorum, o derecho a desempeñar los cargos públicos, tanto los políticos como los religiosos;
3-el ius occupandi agrum publicum o derecho a que se les asigne un fundo de los territorios ocupados
b- los ius privatum:
1- el ius connubii o derecho de contraer matrimonio las gentes entre sí;
2- el ius comercii o derecho de contratación;
3- el ius accionis, derecho a recurrir a los magistrados con jurisdicción.

Eran los habitantes que se establecieron después de la fundación de la Urbe, otros creen que eran los hijos segundones o los habitantes de las ciudades latinas. Sea cual fuera su origen, los plebeyos no podían votar –nos dice Sarthuo-, ser soldados, ni ejercer el menor cargo público, negábase categoría a sus hogares, a su culto privado y público, a sus uniones matrimoniales, en una palabra los plebeyos por más enriquecidos y cultos que fueran constituían una clase menospreciada e imposible de semejar a los patricios. Considerados súbditos de Roma, se los obligaba a pagar impuestos pesados y a servir como auxiliares en el ejército durante las guerras. Eran víctimas en los procesos judiciales, ni si quiera sabían cuales eran sus derechos legales, pues no habían leyes escritas, y solo los pontífices patricios, tenían la facultad de interpretarlas[5].

Una solución a esta división entre patricios y plebeyos, fue la institución de la clientela, mediante la cual sin ser patricios, los plebeyos pudieron acceder a la ciudadanía, tomar parte en los asuntos públicos. Con la adopción de la institución de la clientela se lograron dos resultados favorables:
1- muchos plebeyos llegaron a ser ciudadanos, y;
2- las familias o gens romanas acrecentaron su importancia. Los patricios incorporaron en sus familias a los plebeyos, los cuales vinculados a un gens, se llamaron clientes, y bajo la tutela de su nuevo padre o patrón, que más que su amo era su protector. Lograron así los plebeyos adquirir ciertos derechos. La condición de cliente, se adquiría mediante un contrato, en el que se consignaban las obligaciones mutuas. El patrón ejercía hacia los clientes los deberes de un pater familias, y éstos, en compensación, contraían como buenos hijos obligaciones de dependencia hereditaria hacia aquel. Aunque libres, no podían desligarse de sus patronos sin perder sus privilegios y volver a la plebe. El cliente debía acompañar a su patrón a la guerra, en la asamblea y en los tribunales, atender sus negocios y defenderlos en todas partes. El cliente y el patrón no podían litigar entre sí, ni testimoniar uno contra el otro. El patrón a su vez debía a su cliente ayuda, protección suficiente para atender a las necesidades de los suyos.

En cuanto a los esclavos, nos dice el Digesto, que se encuentran en esta condición, ya sea por nacimiento en condición de siervos o pasan de la libertad a la servidumbre. Esto último sucede o por el derecho de gentes o por derecho civil. Por derecho de gentes pasaban de libres a la condición de esclavo, los prisioneros de guerra, no comprendiendo las guerras civiles. Por derecho civil, el mayor de veinte años que se dejaba vender para participar del precio, los condenados a las minas o a las fieras, el liberto por causa de ingratitud determinada por la ley y la mujer que habiéndole prohibido el dueño del esclavo, mantiene con éste último, en tres ocasiones relaciones sexuales. En el derecho primitivo, el deudor podía ser vendido como esclavo, la cual fue derogada, según nos informa Tito Livio, por la Lex Poetelia del 326 a. C.

Conflicto Social

La lucha de clases fue la constante en la República de Roma, vale decir, la nota que lo caracterizó. Para poder referirnos propiamente a una igualdad entre patricios y plebeyos dentro de la Urbe, ésta, tuvo que pasar por una evolución cívica, política, social y en especial religiosa.

La igualdad civil, que viene a ser la equivalencia de los patricios y plebeyos ante la ley, la cual consiguen los plebeyos por medio de la Ley de las Doce Tablas o Código Decenviral, como lo habíamos señalado. En un principio sólo los patricios, con sus colegios pontificios, tenían conocimiento de los mores majorum, que se trasmitía por la tradición oral, pues bien, los plebeyos exigieron leyes escritas, y la consecuencia de sus esfuerzos fue la redacción de dichas leyes, que si bien mantenía la prohibición del matrimonio entre patricios y plebeyos, sus normas no hacían distinción entre las estas clases, ni favorecían a los patricios, pues eran comunes para todos los romanos, sean estos patricios o plebeyos.

La igualdad social la obtienen los plebeyos, cuando ocho años después de la promulgación de la Ley de las Doce Tablas, al Tribuno Canuleyo la plebe le exigió la eliminación de la norma que prohibía el matrimonio entre patricios y plebeyos, que evitaba la unión entre estos estamentos, sin embargo el Senado concedió la igualdad al sancionar la libertad de matrimonio, el ius connubium entre los miembros de ambas clases sociales, con la esperanza de que los patricios no contraerían matrimonio con las plebeyas o viceversa. Pero para sorpresa de todos, otra fue la realidad. Siendo de esta forma como en el año del 443 a. C. los plebeyos conquistaron la igualdad social o de matrimonio, mediante la denominada lex Canuleya llamada así en honor de su proponente.

La igualdad política se llegó con el acceso de los plebeyos a todos los cargos públicos de la República, en especial los más importantes como el consulado y el Senado. Varias fueron las leyes que sirvieron para eliminar los obstáculos puestos por los patricios, estas normas fueron:
1- la ley Valeria Horacia, que data del año 449 a. C., la cual concedió facultades legislativas a los comicios por tribus, en los que tomaban parte por igual tanto los patricios como los plebeyos;
2- la ley Publilia, que disponía que los magistrados plebeyos fueran elegidos en los comicios por tribu y no en los comicios por curias; y
3- la ley Hortensia, que fue promulgada en el 287 a. C., esta ley repitió la misma declaración que la anterior, disponiendo además que los plesbicitos obligaban a todos los ciudadanos, quedando desde entonces aquellos igualados a las leyes votadas en los comicios centuriados.

Posteriormente los plebeyos fueron incorporándose a las magistraturas patricias, a la cuestura en el 421 a. C.; en el año 367 a. C., ingresaron al consulado; en el 364 al edilado curul; y, a la dictadura, en el 337 a. C. El acceso al Senado fue más difícil para los plebeyos, y aún, cuando lo lograron, se vieron en desventaja ante los senadores patricios, teniendo una categoría inferior, se les denominada senadores conscriptos.

La igualdad religiosa fue la más cara de todas las conquistas plebeyas, teniendo en cuanta que en el culto público los patricios adoraban a sus antepasados, que eran aquellos que habían llegado con Rómulo cuando éste fundó la Urbe, mientras que los plebeyos no podían hacer remontar a sus ancestros hasta la fundación de Roma. Éstos vivían fuera de los recintos sagrados de la ciudad. Sin embargo la lucha dio sus frutos, y en el año 302 a. C., se promulgó la lex Ogulnia, la cual establecía que la mitad de los augures y pontífices sean electos de entre los plebeyos. De esta forma se llegó a una igualdad total entre patricios y plebeyos, a partir de este momento surgiría otro tipo de diferencia, pero esta vez de carácter económico.

El primer pontífice plebeyo fue Tiberio Coruncanio, que se dedicó a enseñar el derecho civil, que como habíamos dicho, antiguamente era un secreto sólo conocido por el sacerdocio patricio y era la base de los mores maiorum o normas consuetudinarias que regían a la sociedad dirigida por los patricios. Con este hecho se da inicio a la Jurisprudencia, la cual fue definida por Ulpiano, como: “el conocimiento de las cosas divinas y humanas, y la ciencia de lo justo y de lo injusto”[6].

Las consecuencias de las guerras descriptas, crearon en el interior de la República, un cáncer que carcomía a la fibra social de la Urbe. A la dicotomía entre patricios y plebeyos, apareció un nuevo acontecimiento, que consistía en una nueva división del tejido social romano. Ésta, estaba compuesta por: los populares y los optimates, que estaba integrada en parte por las nobilitas senatorial, la nobleza que, desde el Senado había dirigido con mano firme y sin competencia, a la República. Los optimates detentaban grandes extensiones del Ager Publicus -propiedad del Estado, formado por los territorios anexionados a Roma, de la antigua propiedad de poblaciones vencidas-, que se habían convertido en propiedad privada de éstos, inclusive llegaron a trasmitirlas por herencia a sus descendientes. Mientras que los populares perdían sus fundos a consecuencia de las guerras y por estar obligados a participar de las legiones que partían a la conquista de más territorios para engrosar las tierras del Ager Publicus y las filas de esclavos, de los que se beneficiaban los optimates. Al final los populares se vieron en la necesidad de hipotecar sus terrenos a favor de los optimates, que aumentaban los suyos, dando inicio a una gran migración de los primeros hacia la Urbe, para formar parte de los ejércitos de menesterosos que se agolpaban en Roma, pidiendo a sus magistrados pan y circo, a cambio de apoyo en los comicios.

En este ambiente de conflicto social, se ve emerger la figura de dos hermanos: los Gracos, primero la de Tiberio Sempronio que a la cabeza del partido popular, fue electo para el cargo de Tribuno de la Plebe en el 133 a. C., propugnando una reforma agraria con el fin de poner término a la injusticia social, que había emergido al final de los conflictos. Dichas reformas consistían en quitar las tierras del Ager Publicus, dejando a los optimates solamente 500 yugadas –una yugada es equiparable a 32 hectáreas-, y 250 más en nombre de sus hijos varones. Les indemnizaba del resto que había que repartir entre los populares. Los miembros de la nobilitas se opusieron, alegando que el ager publicus era propiedad exclusiva de ellos. Tiberio al ver que su proyecto corría el peligro de fracasar en el Senado recrudece su postura, haciendo votar una ley aún más rígida por la cual no se indemnizaba a los terratenientes por la expropiación, tampoco se les dejaba las 500 yugadas y para colmo, debían de abandonar inmediatamente las tierras. Ante estos sucesos el partido aristocrático se levantó y culminó con asesinato de Tiberio que intentaba postularse para un segundo mandato al tribunado, en contra de lo establecido por la constitución de la república.

Su hermano menor, Cayo Graco, diez años después, se lanzó en campaña para acceder al tribunado, obteniendo el apoyo del partido popular, una vez en el cargo se dedicó a implementar las reformas propuestas por su hermano, entre las leyes que promovió figuraban:
1- la ley frumentaria o del trigo, que garantizaba a cada ciudadano habitante de Roma el trigo necesario para su mantenimiento a un precio reducido;
2- por la ley Porcia la pena capital debía ser ratificada por los comicios centuriados; 3- la ley de devoluciones, que prohibía esquilmar a los habitantes de las provincias por parte de los pro-magistrados representantes de los optimates;
4- la ley viaria, por la cual se construirían las vías que enlazarían a toda Italia;
5- la ley agraria, la más notable y meritoria de todas, por la que se pretendía llevar adelante los proyectos de su hermano;
6- por ley concedió la ciudadanía romana a los latinos y la ciudadanía latina al resto de los pueblos itálicos.

Además se impulsaba la fundación de colonias agrícolas en las ciudades destruidas de Cartago, Corintio, Tarento y Capua. Sólo los populares podían dirigirse a esas colonias; era un verdadero régimen de repartición de tierras. Pero también Cayo fue, al igual que su hermano, víctima de la intolerancia de la aristocracia, que terminó por asesinarlo.


[1] Sabiduría 2. 23.: “...y lo hizo a imagen de su propio ser”. Habiendo sido creado a imagen de Dios, el ser humano está destinado a la vida.
[2] Diccionario de Sociología, Helmut Schoeck, Ed. Herder, Barcelona, 1973, pág. 78.
[3] Constituciones griegas, La constitución de Atenas, la república de los atenienses, la república de los lacedemonios, AKAL/CLASICA, Madrid, 2000, pág. 132. Dice Jenofonte: “Puede que alguien diga: ¿Por qué, entonces, si consideraba bueno el robo, imponía muchos azotes al que era cogido?; y yo digo, porque también en otras cosas que enseñan los hombres, castigan al que no lo hace bien”:
[4] Historia de la Civilización, B. Sarthou y G. Morie, Ed. F.V.D., As., 1992, pág 215.
[5] Historia de la Civilización, B. Sarthou y G. Morie, Ed. F.V.D., Asunción, 1992, pág. 310.
[6] D. 1.10. 2.

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